Tipos de saunas
Por todos es sabido que las saunas ofrecen una gran cantidad de beneficios para el cuerpo humano, tanto físicos como psicológicos, entre los que se encuentran la eliminación de toxinas, la capacidad de despejar las vías respiratorias y relajación de músculos.
¿Qué es una sauna?
Una sauna puede definirse, a groso modo, como un baño de calor donde los usuarios exponen el cuerpo a diferentes temperaturas superiores a las habituales, de este modo, los mecanismos termorreguladores del cuerpo humano se activan.
Gracias al gran avance de las tecnologías que llevamos sufriendo durante varios años, han podido sofisticarse, haciendo que aparezcan distintos tipos de sauna. ¿Quieres conocerlos? Entonces sigue leyendo.
Tipos de saunas y características
1) Baño turco
Los baños turcos, también conocidos como hamman aprovechan el calor a modo de vapor o húmedo como su fuente principal para que el cuerpo reciba sus beneficios. Entre sus características principales se encuentran:
- La temperatura que se encuentra en este tipo de saunas oscila entre los 25 y 50 grados, siempre dependiendo de la humedad y la altura en la que se encuentre.
- Aunque existe un alto nivel de humedad, se suda menos que en otros tipos de saunas, como la finlandesa (de la que hablaremos más adelante).
- El calor se produce gracias a la evaporación de agua, dando lugar a una especie de niebla que forma gotas en el cuerpo humano parecidas al sudor, consiguiendo así que el calor se disperse y el cuerpo esté refrigerado.
2) Sauna finlandesa
Desde hace tiempo se cree que este tipo de sauna realiza una purificación física y espiritual a todo el que la recibe. Dispone de las siguientes características:
- Se utiliza el calor seco gracias al calentamiento de distintas piedras no arsénicas, que están a una temperatura de unos 100 ºC.
- La humedad no supera el 15 %.
- El objetivo principal de la sauna finlandesa es el fin terapéutico (combate la ansiedad) e higiénico (limpia la piel).
- Es recomendable realizar descansos cada 15 minutos y tomar una ducha fría antes de volver a entrar.
- Es necesario no abusar de las saunas y no exceder su uso a más de una o dos veces por semana.
3) Sauna de inflarrojos
Al igual que en las anteriores, el objetivo es el desprendimiento de calor para obtener unos resultados. La diferencia es que este tipo de saunas son más pequeñas. En ellas, se utilizan ondas de calor para establecer una temperatura constante entre 35 y 40 ºC. Con estos infrarrojos se consiguen diferentes características:
- El rendimiento cardíaco y el ritmo se ven mejorados.
- Se consigue que las calorías se quemen rápidamente, obteniendo como resultado una pérdida de peso rápida.
- Alivia los dolores articulares.
- Al eliminar toxinas negativas para el cuerpo humano, la piel puede transpirar mejor.
- El metabolismo se ve incrementado.
Todo el mundo necesita un momento de descanso y bienestar en algún momento, las saunas están ahí no solo para otorgarte unos beneficios saludables físicos y mentales, sino para que encuentres ese espacio de relajación que tan bien te hace sentir.