Según recientes estudios científicos han asegurado que es en los gustos personales, donde reside la verdadera personalidad del ser humano. Un concepto que a simple vista puede presentar un carácter grandilocuente, pero que la interconexión que reside entre ambas cuestiones nos hace poder afirmar que nos encontramos en el camino correcto.
Muchas veces se trata la de los gustos personales, una cuestión en la que todos en algún momento nos habremos preguntado el porqué de ellos, y es a su vez la verdadera e individual identidad que presentan, la que nos otorga ese carácter de ser vivo único y especial. Porqué existen tantos gustos personales como personas, y a su vez como elementos que utilizamos en nuestro día a día. Hay personas que le gusta un color u otro, ducharse con agua fría o más templada, y también porque no decantarse por la sauna o el baño de vapor. Una cuestión que en algún momento de nuestra vida nos hemos planteado o nos platearemos, no sólo por ser una cuestión de gustos personales, si no por sus beneficios saludables en nuestro organismo, los cuales nos mantiene nuestra piel limpia, nos relajan los músculos, o mejoran la circulación corporal.
Conceptos
Pero ante este aspecto como es del bienestar de nuestra salud debemos primero entender que diferencias existen entre ambos tipos de baños. Por un lado, nos encontramos con el concepto de sauna, su principal característica es que proporcionan calor seco. Para llegar a conseguir esa irradiación se hace un uso de un calentador que sube la temperatura de una pila de rocas, las cuales producen calor en el habitáculo revestido de madera que absorbe más la humedad. Para no acumular mucha humedad las saunas utilizan un orificio de ventilación, que normalmente se encuentra al lado del calentador, este hace entrar aire fresco.
Después de explicar su funcionamiento ahora debemos dejar paso a que la acción de la física actúe, esto hace que en el interior de la sauna se llegue alcanzar una temperatura de 70 a 90 ºc, con una humedad del 5 al 30%. Esto supone que sobre las personas actúe una serie de beneficios saludables sobre todo para individuos que posean alguna dolencia como pueda ser un tipo de artritis como la reumatoide, tensión muscular, etc.
En el otro lado nos encontramos con el baño de vapor, que a simple vista pueda tener cierto carácter sinónimo con la sauna, pero que en profundidad observamos diferencias importantes: La primera de ellas reside en su carácter de humedad, donde el vapor que se genera en el espacio, hace que se alcance una humedad ambiente del 100% con unas temperaturas en el interior del baño entre 40 y 50ºc, que debido a la humedad que reside, provoca una mayor sensación térmica. El funcionamiento de los baños de vapor se debe al llamado generador de vapor, el cual comienza hervir y ese grado de ebullición se libera en el aire.
Por lo general, los baños de vapor poseen techos inclinados, de modo que el agua corra por las paredes en lugar de gotear sobre los usuarios que debido al material por el que está compuesto dicha estructura, como pueden ser material no poroso, azulejos, poseen una mayor resistencia al agua. Gracias al funcionamiento que se lleva a cabo dentro de los baños de vapor hace que se genere una serie de beneficios para personas con alergias o congestión en el pecho o los senos paranasales.
Por tanto, el uso de la sauna o del baño de vapor no solo residirá en los gustos personales si no también tendrá una gran influencia los factores saludables que generen en algunos tipos de afecciones.
Por último siempre tendremos que tener en cuenta el consejo de los especialistas en el uso que hagamos en ambos tipos de baños, en donde no sería muy recomendable el empleo del mismo en adultos mayores, embarazadas, pacientes con cardiopatías o hipertensión no estable, también se incluye a personas con diabetes, glaucoma, epilepsia, hipertiroidismo y tuberculosis pulmonar.